Un género que se resistió a desaparecer:
Preguntas y respuestas a finales del
siglo XVI y principios del XVII
José J. Labrador Herraiz
Cleveland State University
Ralph A. DiFranco
University of Denver
Al Prof. Joaquín Gimeno Casalduero,
con agradecimiento.
La labor de inventariar la poesía castellana de los siglos de oro para verterla en la Bibliografía de la Poesía Áurea ha hecho que nos topemos, con más frecuencia de la que podríamos suponer, con un género que tuvo mucho éxito en el siglo XV.[1] El Cancionero de Baena, hermosa recopilación llevada a cabo por Juan Alfonso, hijo ilustre de la villa cordobesa, en el primer tercio del siglo, es el testimonio más rico en preguntas y respuestas que tenemos en nuestra literatura.[2] Mediante este antiguo debate, los poetas se planteaban una amplia gama de temas, muchos de seria y compleja teología y otros para entretenimiento y solaz de los lectores que aplaudían tanto la agudeza manifestada en las disputas como el ingenio y la destreza verbal de los contendientes.[3] Ni los aparentemente trasnochados temas que abordan las preguntas, ni la dificultad del discurso, ni la complejidad sintáctica y verbal de los versos ni la monotonía que la métrica apropiada al género exigía fueron motivos suficientes para que estos debates poéticos fuesen a parar al desván de los recuerdos. Fue una moda medieval que no acabó por borrar la enorme y diferente poesía italianizante ni el nuevo discurso renacentista.[4] Los compiladores de los poesías varias no desaprovecharon nada de lo que caía en sus manos para llenar apresuradamente los folios de sus cartapacios. Partiendo de la lírica del XV la transformaron en lírica renacentista, y, por razones que están todavía sin investigar, mantuvieron también su aprecio por la poesía dialogada medieval, a pesar del verso largo, la rima pesada y el lenguaje formulístico.[5]
No desaparecieron, pues, de las misceláneas poéticas del XVI y del XVII las preguntas ni las adivinanzas. A éstas los copistas de esos siglos prefirieron llamarlas quesicosas o qué es quesi cosa, aunque tampoco descartaron la vieja etiqueta. Las preguntas nos llegan con la misma solemnidad de entonces; las adivinanzas, acertijos o enigmas son también, como antaño, ingeniosos todos, más abundantes y, por lo tanto, disponiendo de mayor amplitud para darles a algunos polisemia erótica. En definitiva, se trataba de hacer un esfuerzo mental y hallar una solución, solución que normalmente es apuntada en los manuscritos al final de cada pasatiempo.[6] Entre estos alegres acertijos suelen aparecer las más serias y ponderadas preguntas, arropadas, a veces, en su complejo esquema métrico “por consonantes”.
No pretendemos hacer aquí un estudio completo de la supervivencia del género, sino dar simplemente noticias de que todavía a finales del XVII hay manuscritos que recogen composiciones algunas medievales, otras, acaso, imitaciones, para que los estudiosos del género se acerquen a las fuentes que las acarrean. En otras ocasiones, como en el caso de nuestros poemas 5 y 6 del MN 22.783, el copista del XVII recurre al Cancionero general (1511), folio 155, para transmitir uno de los diálogos poéticos.[7] Pero antes de ofrecer los textos que hemos hallado en ciertos manuscritos, unos de finales del XVI y otro del XVII, no estaría de más recordar una novela de mediados del XVI cuyos personajes se divierten con el debate poético.
Ha sido Gaspar Gil Polo en el Libro Quinto de su Primera Parte de Diana Enamorada quien ha sabido sacar muy buen partido del juego cortesano. Sirviéndose de la pastora Diana, trae a colación cómo las preguntas, adivinanzas en realidad, eran un pasatiempos frecuente entre las pastoras:
¿Cómo había yo, dixo Diana, de entender tan difficultoso y moral enigma,
si las preguntas en que las pastoras nos exercitamos, aunque suelen ser muy
llanas y fáciles, nunca las supe adeuinar?
Felicia, desafiando la falsa modestia de Diana, piensa que están a tiempo para deleitarse con una fiesta de preguntas y respuestas, y pondera que “no será menos deleyte esta fiesta que otra.” Comienza Silvano “que en dezir preguntas tenía mucha destreza”, le siguen Selvagia y Belisa, ésta con otra pregunta de las “muchas [que] hay más delicadas” que la anterior, continúa Ismenia con un enigma “que a los más avisados pastores ha puesto en trabajo”, la tímida Alcida sigue la ronda y la cierra su hermana Clenarda. Diana, que ha demostrado tener un “estremado saber [que] tiene estrañamente” maravillados a todos, recibe un “riquísimo anillo con una piedra de valor”, a semejanza de los poetas del XV cuando recibían por premio unas varas de lienzo, unas calzas o unos guantes. Los enigmas que presenta Gil Polo —como es lógico— están en consonancia con la época y la sociedad cortesana en que se centra la obra.[8] Hay que pensar, sin embargo, que también el pueblo se divertía con acertijos basados en equívocos o cargados de imágenes tomadas de la naturaleza, como animales, frutas y hortalizas (formas que invitaban pronto a la polisemia), y objetos diversos que estaban presentes en la vida cotidiana.[9]
El manuscrito F. G. Cod. 3072 de la Biblioteca Nacional de Lisboa titulado Poesías varias de diversos Authores em castelhano, es un volumen facticio. Su primera parte es obra homogénea de un solo copista, labor de un aficionando culto sevillano que quiso hacer un cancionero que reuniera principalmente obras de producción local. Figuran en sus folios poemas de Baltasar del Alcázar, Gutierre de Cetina, Juan de las Cuevas, de los licenciados Dueñas y Escobar, Fernando de Herrera, Juan de Iranzo, Jorge de Montemayor, Pedro de Padilla, Juan Sánchez Burguillos y Gregorio Silvestre, entre otros. Este plantel de conocidos poetas renacentistas debería excluir, aunque sólo fuera por la consabida limitación de las páginas, cualquier composición antigua. Pero no es el caso. Dos preguntas (105, 110) y una adivinanza (107), separadas por un villancico navideño (109), recuerdan que la vieja poesía del XV se resiste a desaparecer. Las conocidas fórmulas epistolares están tan frescas en estas composiciones como lo estuvieron en el Cancionero de Juan Alfonso de Baena, hasta tal punto que, por ahora, es difícil distinguir si se han copiado de algún folio medieval o son buenas imitaciones de los viejos modelos.[10]
1
VNA PERGUNTA [sic]
Por questoy en graue pena,
muy del todo assenagado,
es ella tal, y tan buena,
ques de plazer muy agena
5 que haze ser mal myrado.
Suplicándole, señor,
que quiera esto declarar,
pues que soy su seruidor,
y estoy con tan gran dolor
10 que no puedo rresollar.
Luchando con gran porfía
mi oluido y mi memoria,
diziendo quién ser deuía
el que preualescería
15 y saliesse con vitoria.
Y siendo, como esposo,
estar juntos en vn ser,
porque vno quita el reposo
y otro me priua el gozo,
20 pregunto qué deuo hazer.
Pues si me quiero acordar
del bien perdido y passado,
torno de nuevo a penar,
porque me veo tornar
25 a ser más atormentado.
Si es oluidado el dolor,
es notorio no se siente,
75v y si me oluido el temor,
me pone más desamor
30 que haré yo en lo presente.
Por que para yo oluidarme,
si me acuerdo, estoy sin tiento,
y si acierto a acordarme,
para hauer de reyterarme
35 padesco en igual tormento.
Y por que yo no padesca
lo que la razón no sigue,
en esta siesta tan fresca,
avnque yo no lo meresca,
40 le suplico me despligue.
__________________
16 “como espero” en ms.
2
RESPUESTA
Las passiones que me aquexan
son tan graues de sufrir,
que aunque algún rato me dexan
otras de mí no se alexan
5 por donde llego a morir.
Assí que, para excluir
vna tan pronta pregunta,
quisiera saber dezir
quánto más pena el morir
10 a quien pena en vida ajunta.
Dígolo, porque la muerte,
que plazeres siempre ataja,
me quitó con pena fuerte
delante el bien, de tal suerte,
15 como el gran vyento a vna paja.
Pero porque a mi passión,
de lo ýntimo asumpta,
le viene consolación,
quiero, en fin de concluir,
20 absoluer esta pregunta.
El oluido en oluidar
el tiempo en mil despedidas,
claro está no ser yerrar,
antes, dezirse acertar,
25 pues memoria vence oluidas.
Pues siempre la memoria
del bien y mal se antepone,
clara cosa es, y notoria,
de los dos ser la victoria
30 el que en mal y bien dispone.
Porque en lo preguntado
entre los dos ay tercero,
no perdáys vos lo ganado,
porque no ha de ser cobrado
35 sino en el tiempo primero.
De tal suerte, la memoria
no tiene aquí que abordar
y saldrá con la victoria,
pues que la passión notoria
40 procura de la oluidar.
Si perdiste, no estoy cierto
que la memoria, acordando,
es vn dechado encubierto
en el qual veys muy abierto
45 el camino, y vays no errado.
Assí que, a mi parescer,
oluido queda oluidado,
y memoria ha de valer
porque en ella podéis ver
50 que en todo le ha despriuado.
3
OTRAS
¿Quál es la cosa criada
de tierra, por no mentir,
que con agua fue abiuada
y con fuego fue acabada
5 y con ayre es su biuir?
Pies ni cabeça no hauía,
ni ningún otro embaraço,
sola vna boca tenía
y sin piernas posseýa
10 la fuerça sólo en vn braço.
4
RESPUESTA
Quien substenta nuestro ser
sin falta y sin resistencia.
según puedo conoscer,
76v es en quien es la potencia
5 de nuestro convalescer.
Es la más menospreciada
y tenida en más valor,
es nuestra fuerça y vigor,
es la ques tenyda en nada
10 y es el más suäue olor.
5
77
OTRAS
Fiel y muy noble, amigo y señor,
razón me combida a os la dirigir,
a esta pregunta quiera difinir
no perjudicando su sciencia y honor.
5 Cient mil yerros, digo, serían y son
y en ello no ay duda sino ques assý,
si yo pensasse que en vos no estaría
cierta y muy clara su declaración.
PREGUNTA
Ondeado bien el mundo orbeado,
10 lo que ay en él todo es nascido,
quen vn solo curso se ha recogido,
acabado ya el tiempo limitado.
Rezia cosa es si ha transmutado
de vno en dos cursos para estar en su ser, [sic]
15 onde paresce hauer de nascer
dos solas vezes, y esto es forçado.
77v Suele ser nieto de su mismo padre,
hermano assí mismo de quien lo parió,
entra y sale por do se engendró
20 y este es marido de su mesma madre.
Y esto que nasce dos vezes no más,
y con vna sola caresce de hablar.
Esto os suplico queráis declarar,
pues que otro tal no se bió ya más.
Por los mismos años que el lisboeta, finales del XVI, se confeccionaron otros dos manuscritos que aportan la misma pregunta y respuesta. Se trata del MP 973, ca 1586, titulado “Poesías de Maestro León”, también conocido como Fuentesol, por haber pertenecido a la biblioteca vallisoletana del Conde de Gondomar, cuya casa se distinguía por el sol de piedra que flanqueaba el dintel. Recoge obras de poetas de primerísima fila, como Hernando de Acuña, Lupercio L. de Argensola, Vicente Espinel, Francisco de Figueroa, Luis de Góngora, Diego Hurtado de Mendoza, Fray Luis de León, Jorge de Montemayor y Lope de Vega. También se copiaron poemas de otros poetas de importancia, como Almeida, Sánchez de las Brozas, Cairasco, Cobos, Liñán, Vargas. Es de capital importancia para el estudio de las obras del fraile Melchor de la Serna, cuya poesía erótica circuló en una veintena de manuscritos. Entre tan nutrido grupo de poesía renacentista, se copió una pregunta que trae ecos de aquellas tensas polémicas de Villasandino en el Cancionero de Baena. El otro manuscrito que nos ha dejado testimonio de la misma pregunta, en casi idéntica redacción, es el Cartapacio de Pedro de Penagos, procedente también de la biblioteca del Conde de Gondomar, recopilación que comenzó el 9 de agosto de 1593 el poeta Penagos, aunque el traslado se deba a múltiples manos. Dividido en secciones, la pregunta abre otra de poemas con temas diversos y métrica variada. La cuestión se plantea dentro del esquema de pregunta disyuntiva típica, aunque la pregunta y la respuesta no guardan las consonantes:
PREGUNTA
Pues en responder soys tan acabado
que ygual yo no hallo a vuestro primor,
deçidme: de dos ¿quál es el mejor,
ser buen bachiller o ruyn liçençiado?
RESPUESTA
5 Perfecto real y falso ducado,
el pájaro en mano, el buytre que bola,
la mala compaña, la vida que es sola,
villano muy bueno, ydalgo ynfamado,
frayle perberso, seglar rruyn casado,
10 el ruego de buenos, el salto de mata,
el vino en barreña, el agua en la plata,
jigante cobarde, enano esforçado.
Cauallo desnudo, borrico enmantado,
gallina en dolençia, çebolla en salud,
15 virtuoso basallo, señor sin virtud,
sierbo dichoso, señor desdichado,
dinero sin bolsa, bolsón sin dinero,
el rico cautibo, el pobre soltero,
verdugo que aorca, alcalde aorcado
20 es buen bachiller y ruyn liçençiado.[11]
El manuscrito de la Biblioteca Nacional de Madrid, signatura 22.783, códice del XVII cuyos folios están ocupados por largas églogas, cartas y madrigales, reservó unos folios para “La bella mal maridada” y sus coplas, para el villancico “Afuera dormirás el pastorcico”, con su glosa, para una canción a la Virgen “al tono de don golondrón”, para dos de zagales y para dos adivinanzas y dos preguntas, estas cuatro composiciones copiadas alternativamente. Todas las piezas se hallan en los folios 48 al 53. Los textos son:
1
¿Quál es aquel animal
que después de ya ser muerto,
por industria hartifiçial,
de su cuerpo material
5 se sacan grande concierto?
Y de tal suerte se haze
y se ordena y se concierta,
que al más triste más aplaze
y al alegre satisfaze
10 y al que más duerme despierta.
El carnero, y de las tripas se haze las cuerdas de vihuela.
2
En obras muy primo, sotil ynventor,
discreto y sabido y en todo acabado,
suplíco[o]s que seades el sabidor
de vna rrazón que no é alcançado:
5 ¿quál es aquél más estimado
y en mucha honrra de todos tenido?
Tiénenlo todos por muy aviltado, [sic]
quien lo parió por más aborrido,
es vençedor y queda vençido,
10 es atormentado con mucho conçierto,
él nos da vida, él es el muerto,
¿quién es aquéste tan dolorido?
3
RESPUESTA
Quisiera más cerca tener un fauor
de aquel Juan de Mena poeta nonbrado,
para pod[e]r por estilo mejor
volver la rrespuesta de vuestro mandado.
5 Y aquel pod[e]r de Christo sagrado
por orden diuina dexó proveydo
que fuese a nos demostrado debaxo
de aquel su cuerpo [en tierra] metido.
Tanbién a nosotros nos á sostenido
10 con ese formento criado en su huerto,
que es su morada en campo desierto,
mas esa rrazón á poblado traído. [sic]
Fin
4
Hermosa naçí muy tierna,
entre las hojas y flores,
con el sol y la marea
é perdido mis colores.
5 Házenme menos onores
que me besan en la boca,
hecho chorro como loca
y doles dos mill sabores. = La calabaça
5
Dezí, cauallero de noble naçión,
a mí que pregunto con sobra de zelo,
¿quál es la cosa que sin corruçión,
sería en el monte, según opinión,
5 cubierta de blanco no lexos del sol,
y como roçío que cae del çielo
mutiplicando, bibiendo descreçe,
y quando muere, sin otro reçelo,
en partes diversas por fiestas pareçe.
6
RRESPUESTA
Mostráis me tener muy grande afiçión,
queréis publicar lo poco que siento,
queréisme tomar con vuestra rrazón
así como hazen al nuevo falcón
5 que suele con premio venir al siñuelo.
Pero aunque pudiera dezillo apelo,
porque en dezillo mi seso discreçe,
es enemiga del luto del duelo
la grana que a março contino pareçe.
Sólo hemos pretendido dar una noticia de la supervivencia del género en cuatro misceláneas, esperando que futuros estudiosos continúen el rastro por las cuantiosas fuentes del Siglo de Oro. Desde el Cancionero general hasta finales del XVII podrá hallarse una buena cantidad de testimonios que permitan el estudio detallado de la pregunta a través de varios siglos y la razón de su existencia fuera de su contexto histórico. Para facilitar tal labor, damos santo y seña de otros manuscritos donde se copiaron dichos poemas. [12]
[1] La base de datos Bibliografía de la Poesía Áurea es un proyecto digital patrocinado por la National Endowment for the Humanities y las Universidades de Denver y de Cleveland. El germen de la base de datos fue nuestra Tabla de los principios de la poesía española. (Siglos XVI-XVII), Cleveland, 1993, que contiene unos 30.000 primeros versos. BIPA alcanza hoy unas 90.000 entradas con referencias cruzadas.
[2] Cancionero de Juan Alfonso de Baena. Ed. de Brian Dutton y Joaquín González Cuenca. Madrid: Visor, 1993.
[3]Antonio Chas Aguión, Juan Alfonso de Baena y los diálogos poéticos en su cancionero. Baena: Ayuntamiento-Centro Juan Alfonso de Baena, 2002. Del mismo autor, Preguntas y respuestas en la poesía cancioneril castellana. Madrid: Fundación Universitaria, 2002. Valeria Tocco, “Note sulle preguntas e repostas del Cancioneiro Geral de Resende”, en Testi, generi e tradizioni…vol. II. Studi Mediolatini e Volgari 48 (2002), págs. 171-184. José J. Labrador Herraiz, Poesía dialogada medieval. La “pregunta” en el Cancionero de Baena. Madrid: Maisal, 1974 (tesis doctoral dirigida por el Prof. Gimeno Casalduero; también ha dirigido la tesis doctoral de Ralph A. DiFranco A Review of Concepts and Methodologies in Scholarship on Juan de Mena. Applied Literature Press Medieval Series, vol. 7. Normal, Illinois: Applied Literature Press, 1981). John G. Cummings, “The Survival in the Spanish cancioneros of the form and themes of Provençal and old French Poetic Debates”, BHS 42 (1965), pp. 9-17. Del mismo autor: “Methods and Conventions in the 15th Century Poetic Debate”, HR, 31, 1963, pp. 307-323.
[4]En otras investigaciones hemos tratado el fenómeno de la transmisión: “Del XV al XVII: Doscientos poemas” en Nunca fue pena mayor. Estudios de literatura española en homenaje a Brian Dutton. Ed. de Ana Menéndez Collera y Victoriano Roncero López. Cuenca: Universidad de Castilla-La Mancha, 1996, pp. 367-418; “La continuidad de la poesía del XV en cancioneros del XVI” en Juan Alfonso de Baena y su cancionero. Ed. Jesús L. Serrano Reyes y Juan Fernández Jiménez. Baena: Ayuntamiento, 2001, pp. 213-258; “Pervivencias y metamorfosis. Poesías del XV en un centenar de manuscritos del Siglo de Oro” en Diccionario filológico de literatura medieval española. Textos y transmisión. Castalia: 2002, pp.1063-1066. De reciente aparición es el importante estudio de Ramón Morillo-Velarde Pérez, “Conectores argumentativos en el diálogo cancioneril” en Cancioneros en Baena. I. Actas del II Congreso Internacional Cancionero de Baena. In memoriam Manuel Alvar. Baena: Ayuntamiento, 2003, pp. 80-117.
[5]Hacia 1570 un poesías varias copia preguntas sacadas del Cancionero de Baena, véase nuestra edición Cancionero de poesías varias. Manuscrito No. 617 de la Biblioteca Real de Madrid. Madrid: Visor Libros, 1994.
[6] En los manuscritos más inesperados o en los folios menos propicios se copiaron adivinanzas. Uno de los más característicos es el MN 3895 que contiene una extensa lista de acertijos con las respuestas copiadas de derecha a izquierda.
[7] El poema 5 se introduce como “Pregunta de Salazar a don Carlos” y el 6 como “Respuesta de don Carlos”. Estos epígrafes ya no figuran en el manuscrito del XVII. La preguntas del Cancionero general se imprimieron en los folios 150v-160v: “Aquí comiençan todas las preguntas de este cancionero”.
[8] Primera parte de Diana Enamorada. Con cinco libros que prossiguen los siete de la Diana de Iorge de Monte Mayor. Compvesto por Gaspar Gil Polo. Valencia, Ioan Mey, 1564, folios 126-131. Ed moderna de Francisco López Estrada, Madrid, Castalia, 1987.
[9] Sean ejemplos las siguientes quesicosas del ms NVE I-E-37:
Varias quesicosas
¿Quál es la red más tegida
cuyos nudos no se ven
y los desata vna vida?
Y lo que ay más que admirar,
que vnos rabian por salir
y otros rabian por entrar: El matrimonio (f. 3)
¿Quién es aquel esforzado
que solo puede vencer
pero yendo acompañado,
aunque vaya bien armado,
no tiene tanto poder?
Y al tiempo de su nacer
sale cubierto de vello,
después déjalo caer,
porque biene a parecer
más hermoso que con ello: El vino (f. 6v)
[10] Cancionero sevillano de Lisboa. Poesías varias de diversos Authores em castelhano. (LN F. G. Cod. 3072). Ed. José J. Labrador Herraiz, Ralph A. DiFranco, Antonio López Budia. Prólogo de Begoña López Bueno. Sevilla: Universidad, 2003.
[11] Como indicamos, ambas versiones son casi idénticas en los dos manuscritos, aquí transcribimos la versión del códice de Palacio.
[12] Otras fuentes: MN 1317, MN 7746, MP 570, MP 644, MRAE RM 6212, MRAE RM 6226, NH B 2388. También se dan en impresos de la época. Por último, agradecemos el apoyo financiero del College of Arts and Sciences de CSU y del Faculty Research Fund de DU que nos permite tener en microfilmes los textos que hemos utilizado.